¡EPA! ¡No se asusten! Hay Bitácora para rato todavía, el título es un poco engañoso nomás…
Nos arriesgamos a decir que a la mayoría de la gente no le gustan las despedidas. Y nosotros no somos la excepeción.
Es un tema raro para la Bitácora, es cierto, pero se debe a que en estos meses hemos tenido que despedir a unos cuantos amigos. Cuando uno emigra conoce a muchos migrantes y los transforma en su familia. Esa pequeña palabra esconde mucho más que lo que la RAE dice de ella: 2. adj. Dicho de una persona: Que se traslada de su propio país a otro, generalmente con el fin de trabajar en él de manera estable o temporal.
De todas formas, casi todo (ojo con ese «casi») tiene su lado positivo, aunque en algunas cosas cueste más encontrarlo que en otras. A continuación haremos un intento por desvelar la cara simpática de las despedidas. No estamos seguros de si llegaremos a buen puerto, (hay que ser honestos) pero nos gustan los desafíos. Como siempre, si no están de acuerdo o si se les ocurre alguna más, sólo dejen el comentario y lo conversamos.
Bueno, suficiente introducción, ¡adelante mis valientes!